Domingo a mediodía. Me voy a una comida. A las dos menos diez me veo a este tío orinando sin apenas esforzarse en esconderse. Está en medio de una plaza con gente que aún no ha ido a comer y niños jugando al balón en esa pista donde están sentados los amigos del sujeto, también sin inmutarse.
Y eso que a menos de de 10 metros hay dos bares y a menos de 20 hay varios más.
El tío ni siquiera se molesta en disimular o esconderse un poco mejor entre las plantas.
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Por tratarse de lo que es no tengo problemas en mostrar la cara de esta gente.
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2 comentarios:
Diez metros es mucho caminar para quien está cansado de no hacer nada, como parece ser el caso de estos señores.
¿A que sí? Muy buena observación, sí, bwana.
Es que ir al baño igual le hace perderse parte de la conversación o también es posible que este señor, además de aliviarse, esté marcando territorio, al más puro estilo animal, ya sea para reforzar su posición en en el grupo o manada o para sentirse más integrado en el entorno.
Un saludo.
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