A mi lado

Café derramado sobre los vaqueros en una zona delicada e íntima

Ya no me acuerdo de quién le derramó el café por encima. Los demás, después de reir, nos dimos cuenta de que se había quemado, el pobre. Por una vez se ve que sirvieron el café caliente de veras.



Bueno, está muy, muy cerca de la zona íntima, pero como se ve quedó intacta.




Luego el camarero, cuando le repuso el café le hizo la broma esa de enganchar la cucharilla por el asa de la taza y soltar la taza de repente como si se te hubiera caído, aunque no se cae porque lo tiene todo sujeto por la cucharilla. Y se asustó, el tío.

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